El verano me ha relajado tantísimo que no he subido ni una sola receta al blog. Septiembre me ha hecho coger carrerilla y retomar de nuevo esto.
Pocos serán los que lo lean, pero sirve de cuaderno de bitácora, de recetario, de diario del huerto. Y mientras me quede motivación, voy a seguir!
La receta de hoy es, sabrosa, fácil y rápida de hacer, y además estoy segura que os va a encantar.

Os dejo la receta para dos personas, si sois más, doblas las cantidades y listo!
- 10 alitas de pollo
- Dos tazas de arroz basmati
- 2 cebollas tiernas
- Cebollino
- Dos cucharadas de miel
- Salsa de soja
- Jengibre fresco
- Dos cucharadas de sésamo negro
- Pimienta negra
- Pimentón dulce
- Ñora picada
- Aove
- Un trozo de piel de naranja
Lo primero que haremos será sal pimentar las alitas y ponerlas ordenadas en una bandeja de horno. Añadiremos un poco de Jengibre rayado, pimentón dulce, ñora picada, y si te gusta un poco el picante. Una guindilla o pimiento habanero a trozos.
Deja reposar toda la mezcla. Una vez macerada (son sabores intensos, con un par de horas basta, cuanto más tiempo, más sabor) añadimos aove generosamente. Queremos que las alitas queden muy muy muy crujientes sin tener que freírlas. Es importante tener el horno precalentado a 200° para que la piel de las alitas esté muy crujiente.
Mientras se hacen las alitas, ponemos en una cazuela agua a hervir. Preparamos el arroz basmati con un trozo de pie de naranja, le va a dar mucho sabor, un aroma cítrico muy fresco que combina fenomenal con las alitas. Usa el tiempo de cocción recomendado por cada marca.
Mientras tanto, en un bol pon la miel y caliéntala un poco para deshacerla. Añade la salsa de soja removiendo para integrar ambos ingredientes.
Cuando las alitas estén hechas, si ha quedado caldo con el aceite, añádelo a la mezcla de miel y soja.
Prepara el arroz en platos, añade las alitas, pinta con la mezcla de miel y soja, añade el sésamo negro, el cebollino y la parte verde de la cebolla tierna.
Así de simple, de fácil y de rico. Ya es un plato que se ha instalado en nuestra casa para siempre, delicioso y lleno de sabor oriental.
Espero que os animéis a hacerlo!!