De todas las variedades que hemos plantado este año en el huerto, el tomate valenciano es el que mejor resultado nos ha dado.

Como ya sabéis, tuvimos una plaga a principios de verano, la conseguimos eliminar con un fungicida casero hecho con canela, cayena y ajo picado y todo hervido. Con este remedio conseguimos eliminarla pero muchas matas quedaron dañadas, especialmente el tomate de la pera, del que hemos tenido una cosecha horrible. Secos por dentro y sin casi sabor.

Pero el tomate valenciano, igual que el tomate azul, han resistido, han sacado mucha producción, y nos han dado muchas alegrías.

El riego lo hemos hecho cada dos días, y les hemos dejado pasar un poco de sed, así la piel se hace más fina y la carne por dentro es mucho más sabrosa.

Ha sido la primera clase de tomate en salir, pero también la primera en marcharse, su hueco lo ocuparán cultivos de invierno. En breve empezamos a plantar kale, cebollas, coliflores, rabanitos y zanahorias.

Para el próximo año, compraremos la mayoría de matas de esta clase de tomate. Si estamos en su zona, es normal que sea productivo. Así que vamos a dejarnos de inventos y cultivaremos las variedades ‘del terreno’.

¿Que tal han ido vuestros cultivos de verano?